Sami estaba desconsolada, o eso creíamos.
Paul estaba asegurándole: "Todo saldrá muy bien, espero que puedas recuperarte de todo esto... yo te quiero mucho, realmente. Y de aquí nadie quiere verte mal"... John se puso serio y me dijo:
-Tenemos que entrar, dale, yo no quiero ir solo.
-Pero boludo, yo no soy la única que está con vos... entremos todos.
Todos entramos y Sami se ocultó aún más. Paul nos miró con cara de "Son inoportunos", pero nos dijo:
-Chicos, esperen, estamos en un momento muy importante.
George y Ringo se miraron con cara de pícaros, y nos hicieron salir a todos de la habitación.
Una vez afuera, yo tenía unos dolores increíbles de vientre. Obviamente que todos me prestaron la debida atención...
Tamm siempre tuvo la costumbre de mantener distancia en los momentos oportunos. Esa noche, estábamos en el piso de "mi" habitación, sentados en la cama, con George y Tami, hablando, como buenos amigos. Así que nos contó que se alejó de Sami, sospechando lo peor entre Paul y ella. Ella pensaba que Paul tenía ganas de salir con ella, sabiendo que yo, posiblemente, tendría un hijo de él.
George: - No seas así, si se aman, dejalos que sean felices. La felicidad tiene que ser de todos, ¡¡hermana!!
Tami: - Bueno, Georgie, pero hay un detalle: tu noviecita va a tener un hijo, que puede ser tuyo, de él o de John, nadie sabe. Entonces no puedo aprobar "que la cuernee".
Bel: - Digamos que soy una persona correcta (modestia aparte), y todo esto, mismo mi embarazo, si bien es una gran bendición, también es una vergüenza... yo nunca tuve este tipo de costumbres...
George: - Ya lo sé, ya lo sé. Ah, y Tamara: no es "mi noviecita", ¡¡acá somos todos amigos!!
Tamm: - Como sea, yo entiendo lo que ustedes me dicen, pero yo no apruebo una relación sobre otra.
Bel: - Ni yo. Pero escuchame, entonces tenés que estar en contra mía porque si yo estuve con John, y él tenía a Yoko desde antes...
Tami: - Bueno, como sea. Eso no se sabe. Pero no le voy a hablar a Paul. Y creo que uds. tienen que hacer lo mismo.
En eso, apareció John en piyama, despeinado, en la habitación. Entró sigilosamente y cerró la puerta como quien hace una travesura.
John: - ¿Se enteraron? ¡¡Paul se comió a Sam!!
Bel: - ¿Se comió a Sam? ¿Qué es eso?
John: - La besó. En realidad los dos se besaron. Lo siento, Belu.
Bel: - Bueh, me decís eso, pero vos estás de novio con Yoko, así que no digas nada.
John: - Cierto, pero yo no te cagué a vos, yo ya estaba de novio con ella desde antes. No hay comparación con Paul.
Tamm puso su mejor cara de enojada y se fue de la pieza.
John: - ¿Qué le pasa a ésta ahora?
George: - Es que no aprueba lo de Paul y Sami, dice que le está metiendo los cuernos a Belu.
John: - Uh, pero si a Bel no le molesta, ¿por qué se tiene que meter ella?
Bel: - John, dejala, es mi amiga y ella hace todo por mí.
George: - Es cierto John, dejala. Yo también estoy involucrado en esto del embarazo y el que podría ser mi hijo, y no ando con una pila de nervios como vos.
John: - Es que yo tengo mucho miedo. Si yo tengo dos hijos al mismo tiempo, ¡¡es como que no sé qué hacer!!
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Paul y Sami estaban saliendo. Era oficial. Lo peor es que ninguno de los dos me preguntó nada, o yo creía que no. Sami me dijo que había hecho doscientas notas para mí en todas partes... yo no me percaté de eso. Me llamó la atención de que no me lo dijera personalmente. Como fuera, yo estaba cuidandome de todos los sustos y la malasangre, para que mi hijo no sufriera.
Esa tarde, cuando estabamos todos en un bar, menos Yoko (cosa que me sorprendió mucho), Ringo se sentó al lado mío y me preguntó: ¿y todo bien tu hijo? y yo aprecié mucho ese gesto, realmente.
John y Tam, que estaban charlando hacía media hora en voz baja, de la nada saltaron y dijeron:
-Bueno, pongamos las cosas sobre la mesa. Que hablen todos los que tengan que hablar. Digan qué pasa entre Paul y Sami, qué hacen y por qué lo hacen.
Paul me miró a mí con cara de desilusión y dijo: Yo estoy saliendo con Sami, pero sólo somos amigos. Sami me miró y miró a Ringo. Luego miró para abajo y dijo:
- Me voy, chicos. Discúlpenme.
Apenas salió del bar, John empezó a criticarla. "Esta chica lo único que hace es ponerse mal", "Nunca explica nada", "Ya me tiene harto" y cosas así, entonces entre Leslie, Vicky y yo le dijimos que no dijera nada porque era nuestra amiga. John se puso colorado y miró ofendido para otro lado.
George: - Paul, ¿qué pensas hacer? es todo un embrollo.
Paul: - No sé qué le pasó a Sami. Yo salí con ella una vez, ayer. La besé un par de veces. Sí, pasó eso. No sé por qué se fue del bar de esa manera.
Vicky y yo nos limitamos a quedarnos calladas, mientras veíamos la cara de Leslie que estaba a punto de estallar de la bronca, y a Tamm que ponía cara de "no tenés con qué defenderte". George me agarró la mano: "Todo va a estar bien".
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Esa noche, John y Yoko iban a pasarla a otro lado, así que nos quedamos los siete. Tamm no le quería hablar a Paul, sólo se dispuso a mirar Tv, jugar cartas o comer. Sami estaba afligida, no había salido de "su" cuarto en todo el día, y todos teníamos miedo de ir... inclusive yo.
Un rato después, Ringo, George, Vicky y yo estábamos jugando a los crucigramas del diario, cuando vimos que Paul subió lentamente la escalera y se internó en donde estaba Sami. Nos miramos con impaciencia.
Vicky:- Belu, ¿vamos a ver?
Yo: - Ya te dije que no me gusta el chisme.
George: - Andá, te incumbe.
Yo: - No, no me incumbe.
Ringo se agarró la cabeza y agarró una moneda de 1 libra y dijo:
-Si sale de éste lado, suben, si sale del otro, no.
Ringo tiró la moneda y cayó que teníamos que subir. Puso cara de impaciente, mientras George se arreglaba el pantalón con cara de sueño.
Vicky: - ¡Vamos!
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